Una combinación ganadora y deliciosa que la mayoría disfrutamos en cualquier momento del día. Hoy te enseño a preparar esta receta sencilla, pero que requiere de algunos truquitos para que quede un arroz suelto y bien gustoso.
Retira el agua de remojo de los frijoles y enjuágalos varias veces con abundante agua limpia. Agrégalos a la olla a presión con 2 litros de agua y un poco de sal. Cocínalos 15 minutos a fuego alto contando desde que la olla comienza a pitar. Los frijoles no deben quedar muy blandos, ya que se terminarán de cocinar con el arroz.
Retira los frijoles del fuego y cuando toda la presión de la olla haya bajado, con cuidado destápala y separa el agua de la cocción y los frijoles. Reserva 3 tazas de agua de la cocción y 2 tazas de frijoles cocinados, si te quedan frijoles los puedes usar para otra receta.
Lava el arroz unas tres veces o hasta que el agua salga limpia y reserva. Esto ayudará a que el arroz no quede pegajoso.
En una olla, sofríe a fuego bajo la cebolla y el ajo por 3 minutos.
En una olla, sofríe a fuego bajo la cebolla y el ajo por 3 minutos.
Añade el arroz lavado, los frijoles cocinados y el agua de la cocción que habías reservado. Mezcla muy bien y cocina a fuego alto entre 10 y 15 minutos.
Cuando el arroz absorba casi toda el agua, tapa y cocina otros 15 minutos a fuego bajo.
Pasado este tiempo, destapa el arroz y remuévelo con un tenedor para evitar que se compacte.
Sirve caliente y a disfrutar.