Te enseño a preparar una de las salsas básicas de la cocina, ideal para gratinar platos con pasta o verduras. Como siempre te dejo mi versión más saludable y por supuesto, también la receta tradicional para que aprendas a elaborar una sencilla salsa blanca, suave, deliciosa y sin grumos.
Calienta una olla grande a fuego medio bajo y derrite por completo el ghee o la mantequilla.
Agrega la harina de arroz o de trigo y mezcla hasta formar una especie de pasta, cocina unos tres minutos sin parar de revolver.
Incorpora la leche poco a poco siempre revolviendo para evitar que se formen grumos. Si se te llegan a formar algunos grumos, no te alarmes, agrega un poco más de leche y remueve sin parar, verás como desaparecen los grumos.
Cada vez que la mezcla espese, repite el procedimiento, agrega más leche y revuelve hasta terminar por completo con la leche.
Cuando la salsa espese y hierva por primera vez rectifica sabores con nuez moscada y sal al gusto.
Cocina un par de minutos más o hasta que la salsa adquiera la consistencia deseada, debes tener en cuenta que la salsa se pondrá más espesa una vez que enfríe.
Retira del fuego y está lista para utilizar. Si te sobra salsa la puedes conservar en la nevera máximo 5 días en un recipiente tapado, y cada vez que la uses debes agregarle un poco de leche para que suelte un poco.