Una recete imperdible, fácil y rápida de galletas súper crujientes, sin gluten y que están de muerte lenta. Sírvelas para el desayuno, para tardear o como snack acompañadas de mermeladas caseras, café, chocolate o con lo que prefieras.
En un recipiente combina todos los ingredientes secos: la harina de garbanzo y arroz con la sal, el bicarbonato, las semillas y las hierbas y especias.
Por último incorpora los ingredientes húmedos: el agua y el aceite y mezcla muy bien inicialmente con ayuda de una cuchara y luego amasa con tus manos hasta obtener una masa firme pero manejable, que no se pegue a las manos y no se quiebre. Si ves que la masa queda muy seca, puedes agregar una cucharadita más de agua hasta lograr el punto deseado.
Sobre dos plásticos, estira la masa de un grosor de medio centímetro aproximadamente o menos, lo ideal es que te quede delgada para que las galletas queden crujientes.
Con la ayuda de un cuchillo o un cortador de galletas corta las galletas del tamaño y la forma que desees. Pincha las galletas por encima con un tenedor o palillo de madera para darles textura, y puedes agregar algunos granos de sal marina por encima para que queden aún más crocantes.
Las puedes hacer en freidora de aire u horno precalentado a 180 °C entre 14 a 17 minutos, o hasta que las veas doradas ligeramente y crujientes. Dales la vuelta 5 minutos antes que finalice la cocción.
Saca las galletas del horno y deja enfriar completamente sobre una rejilla.
Se conservan perfectamente a temperatura ambiente en una bolsa de plástico con cierre hermético por 7 días.
Ingredientes
Instrucciones
En un recipiente combina todos los ingredientes secos: la harina de garbanzo y arroz con la sal, el bicarbonato, las semillas y las hierbas y especias.
Por último incorpora los ingredientes húmedos: el agua y el aceite y mezcla muy bien inicialmente con ayuda de una cuchara y luego amasa con tus manos hasta obtener una masa firme pero manejable, que no se pegue a las manos y no se quiebre. Si ves que la masa queda muy seca, puedes agregar una cucharadita más de agua hasta lograr el punto deseado.
Sobre dos plásticos, estira la masa de un grosor de medio centímetro aproximadamente o menos, lo ideal es que te quede delgada para que las galletas queden crujientes.
Con la ayuda de un cuchillo o un cortador de galletas corta las galletas del tamaño y la forma que desees. Pincha las galletas por encima con un tenedor o palillo de madera para darles textura, y puedes agregar algunos granos de sal marina por encima para que queden aún más crocantes.
Las puedes hacer en freidora de aire u horno precalentado a 180 °C entre 14 a 17 minutos, o hasta que las veas doradas ligeramente y crujientes. Dales la vuelta 5 minutos antes que finalice la cocción.
Saca las galletas del horno y deja enfriar completamente sobre una rejilla.
Se conservan perfectamente a temperatura ambiente en una bolsa de plástico con cierre hermético por 7 días.
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