ghee

Agrega la mantequilla cortada en trozos en una olla y derrítela a fuego bajo. Si la llama baja de tu estufa es fuerte, pon la olla sobre una parrilla, así evitarás que la mantequilla se queme, ya que la clave está en mantener el fuego muy bajo durante todo el proceso.

Remueve eventualmente la mantequilla para que se derrita más rápido y de forma más pareja.

Cuando la mantequilla se haya fundido casi por completo no remuevas más y deja cocinar a fuego muy bajo.

A medida que la mantequilla se cocina se irán formando distintas capas de espuma blanca, retíralas suavemente con una cuchara teniendo cuidado de no mezclar.

Cuando la mantequilla haya tomado un color dorado más claro, ya no se forme espuma blanca y puedas ver el fondo de la olla, deja cocinar de 10 a 15 minutos más.

Si pasado este tiempo puedes ver restos sólidos en el fondo de la olla que están ligeramente tostados, apaga y retira del fuego.

Finalmente pasa el ghee por un colador de tela o malla muy finita para eliminar todos los residuos sólidos.

Envasa el ghee preferiblemente en recipientes de vidrio y deja enfriar por completo antes de tapar.

Se recomienda conservarlo a temperatura ambiente máximo por 6 meses.